«El sector del transporte se encuentra ante una etapa de profundos cambios, que se acentuarán en las próximas décadas».
Así comienza el anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible que se aprobará este año en España. Los retos medioambientales, sociales y económicos que enfrentan las ciudades están produciendo el desarrollo de nuevos servicios, soluciones y tecnologías que suponen una transformación disruptiva en el sector.
La piedra angular de todo este desarrollo es conseguir que las empresas mejoren su impacto y consigan ser más sostenibles.
En este contexto, las instituciones y los policymakers, están trabajando incesantemente en la elaboración de marcos y regulación que afectan directamente sobre la movilidad tal y como la conocemos. El sector del transporte y su normativa están cambiando por completo lo que puede ser una gran oportunidad para las compañías que integren estos aspectos cuanto antes en la toma de decisiones.
La Unión Europea (UE) cuenta con un paquete legislativo en desarrollo de gran envergadura. Este paquete tiene como objetivo la ampliación de la responsabilidad de las empresas en relación con sus impactos sociales y medioambientales.
Confían en nosotros
1. Reducir emisiones de CO2 y acercarse al Net Zero
- La adaptación al cambio climático
- El uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos
- La transición hacia una economía circular
- La prevención y el control de la contaminación
- La protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas
Reducir las emisiones de CO2 en todas las actividades de las compañías debe ser una prioridad y puede ser aprovechada como una oportunidad, ya que, no solo permitirá cumplir con la normativa sino también reducir costes y optimizar recursos.
2. Conocer tu impacto
Cada vez es más común escuchar que «lo que no se mide, no se puede mejorar». Es más, lo que no se conoce no se puede comparar ni poner en valor.
3. Informar
Las compañías se enfrentan a otro reto que puede ser aprovechado como una oportunidad: aumentar la transparencia. La información no financiera deberá ser más detallada, pública y de fácil acceso.