La Estrategia Europea de Movilidad Sostenible e Inteligente ofrece un enfoque innovador y transformador para abordar los desafíos actuales del transporte cuyo objetivo principal es «encauzar el transporte europeo de cara al futuro». En este artículo repasamos las cinco claves para entender de qué se trata y por qué es tan importante:
1. Fechas con hitos y objetivos
Uno de los aspectos más importantes de la estrategia es el establecimiento de fechas clave en las que se cumplirán determinados hitos. Esto marca el camino del sistema europeo de transporte hacia la consecución del objetivo fijado por la Unión de reducir los gases de efecto invernadero como mínimo un 55 % de aquí a 2030 y de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. La estrategia establece que:
De aquí a 2030:
- Al menos 30 millones de vehículos y 80.000 camiones de cero emisiones circularán por las carreteras europeas.
- 100 ciudades europeas serán climáticamente neutras.
- El tráfico de trenes de alta velocidad se multiplicará por dos.
- Los desplazamientos colectivos programados inferiores a 500 km deben ser neutros en carbono dentro de la UE.
- La movilidad automatizada se desplegará a gran escala.
- Habrá buques de emisión cero listos para su comercialización.
De aquí a 2035:
- Habrá aeronaves de gran tamaño de emisión cero listas para su comercialización.
De aquí a 2050:
- Prácticamente todos los automóviles, furgonetas, autobuses y los nuevos vehículos pesados serán de emisión cero.
- Se duplicará el tráfico de trenes de mercancías.
- Se triplicará el tráfico de trenes de alta velocidad.
- La red transeuropea de transporte (RTE-T) multimodal estará operativa para la red global.
2. Movilidad de emisiones cero
Para alcanzar la neutralidad a 2050, la estrategia plantea un objetivo de reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte. Para conseguirlo, una de las primeras iniciativas que se establecen es la de impulsar la adopción de vehículos de cero emisiones, así como los combustibles renovables e hipocarbónicos y su infraestructura asociada. Para hacer esto posible, se reconoce la necesidad de generalizar la disponibilidad de alternativas sostenibles que, a la vez, puedan ofrecer soluciones de transporte más eficientes para las personas y mercancías.
Uno de los principales focos se encuentra en las zonas urbanas. Por ejemplo, con la creación de condiciones propicias que permitan a los operadores de transporte ofrecer a los usuarios, de aquí a 2030, opciones neutras en carbono para los desplazamientos programados inferiores a 500 km. Estos y otros planes acelerarán el despliegue de las soluciones de emisión cero ya disponibles, como por ejemplo las motos eléctricas de reparto.
3. Movilidad inteligente: conectividad fluida, segura y eficiente
Otra de las claves que recoge la estrategia es la aspiración de hacer realidad la movilidad multimodal conectada y automatizada. Lo que será posible a través del impulso de la innovación, el uso de datos y la inteligencia artificial. En este contexto se reconoce la importancia de la colaboración entre diferentes actores, como gobiernos, empresas, instituciones académicas y ciudadanos. Además, se fomenta la investigación y el desarrollo de soluciones de movilidad sostenible e inteligente y la compartición de buenas prácticas. La innovación tecnológica, la planificación urbana inteligente y la participación ciudadana activa se plantean fundamentales en la implementación exitosa de esta estrategia.
Un ejemplo del futuro de la movilidad son los vehículos conectados y autónomos, que no solo optimizan el flujo de tráfico y reducen la congestión en las ciudades, sino que también mejoran la seguridad vial al eliminar el factor humano en la conducción.
4. Transporte más resiliente e inclusivo
El transporte ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19. La estrategia pretende reforzar el sector. Para ayudar a reconstruir el mercado más sostenible, inteligente y resiliente, se espera una inversión en infraestructuras destinadas a combustibles renovables e hipocarbónicos de más de 130.000 millones de euros al año; para transformación ecológica y digital más de 100.000 millones y para completar la red básica de la RTE-T y hacer de ella un sistema multimodal, se emplearán 300.000 millones de euros a lo largo de los próximos diez años. Las medidas directas irán destinadas a facilitar la financiación de las pymes y la modernización de las flotas, a través de instrumentos normativos y financieros.
5. Ser el nodo de la conectividad mundial
Para conseguir los objetivos del Acuerdo de París, es necesario que fuera de las fronteras de la UE se consiga una reducción significativa de las emisiones del transporte de aquí a 2050. Por ello, la estrategia destaca la acción global en favor de una movilidad sostenible e inteligente que se promueva de manera generalizada y que se garantice la coherencia política a la hora de proyectar las políticas internas de la UE fuera de su territorio. Aunque parece complicado, la estrategia desarrolla diversas líneas de actuación para incorporar buenas prácticas, soluciones de calidad y normas sobre movilidad sostenible en la cooperación al desarrollo de la UE con sus socios africanos.
Algunas de las buenas prácticas que destaca la estrategia son los corredores verdes y multimodales y los métodos de transporte que fomentan compartir en lugar de poseer.
Gracias a estas claves podemos entender que la estrategia europea de movilidad sostenible e inteligente busca promover un transporte limpio, eficiente y conectado en Europa. Como hemos hablado anteriormente, estamos en plena transformación del sector transportes, por lo que, conocer la normativa vigente y futura es fundamental para tener una posición rentable y beneficiosa en esta transición.