En los últimos años, la movilidad sostenible no ha parado de cobrar importancia como uno de los grandes impulsores que fundamentan el desarrollo sostenible. La relación que existe entre el desarrollo económico y social y sus efectos sobre el medio natural es incuestionable. En este contexto, los medios de transporte tradicionales ejercen gran presión ambiental, ya que ocasionan impactos negativos sobre el ecosistema. A nivel global, el transporte representa más del 30% del consumo de energía y es responsable de más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las principales consecuencias se traducen en un aumento del calentamiento global y de la contaminación. Asimismo, el transporte está asociado con la congestión del tráfico en las ciudades, ocasionando problemas de salud, ruidos y espacio urbano ineficiente, entre otros.
Todos estos inconvenientes llevan años resaltando la necesidad de promover soluciones sostenibles en el sector del transporte, como la adopción de vehículos eléctricos, el fomento del transporte público y el diseño de ciudades con mayor infraestructura verde, más amigables para sus habitantes.
Movilidad sostenible: protagonista en la agenda política global
De la necesidad de mejorar el transporte tal y como lo conocemos nace el concepto de movilidad sostenible. Tal es la importancia que ha alcanzado la cuestión del transporte en la agenda política global que cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tienen relación directa con la movilidad sostenible, aunque todos tienen alguna otra vinculación.
ODS 7: Energía asequible y no contaminante
El transporte sostenible promueve el uso de energías renovables, como los vehículos eléctricos, reduciendo las emisiones de gases contaminantes y fomentando el acceso a una energía más limpia y sostenible.
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles
Contribuye a crear ciudades más ecológicas mediante el fomento del transporte colectivo y la infraestructura para peatones y ciclistas, la reducción de la congestión del tráfico y la promoción de formas de movilidad más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
ODS 12: Producción y consumo responsables
Aboga por promover prácticas de transporte eficientes y menos contaminantes, alentando a las personas a optar por opciones de movilidad que reduzcan la huella ecológica, como compartir vehículos, utilizar transporte público o utilizar medios de transporte no motorizados.
ODS 13: Acción por el clima
La movilidad sostenible es fundamental para abordar el cambio climático, ya que ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al promover opciones de transporte más limpias.
La Unión Europea se ha hecho eco de esta urgencia política y de la necesidad real de tomar decisiones orientadas a facilitar la implantación de una transporte sostenible en su territorio. Por ello, publicó en 2020 la Estrategia de movilidad sostenible e inteligente: encauzar el transporte europeo de cara al futuro. Aquí puedes encontrar sus claves más importantes. Dicha estrategia y el Pacto Verde Europeo han sentado las bases para otros desarrollos normativos posteriores relacionados con el transporte sostenible. En este artículo repasamos las mejores maneras para cumplir con las leyes más importantes relacionadas con la movilidad.
¿En qué consiste la Movilidad Sostenible?
La movilidad sostenible es esencial en el contexto actual y se basa en:
- Reducir la contaminación y combatir el cambio climático sustituyendo el uso de vehículos de combustión por otros eléctricos o fomentando el uso del transporte público, así como otras formas de desplazamiento en bicicleta o andando.
- Mejorar la calidad de las personas creando entornos urbanos más saludables y agradables. Al reducir la congestión del tráfico, se disminuye el estrés y se mejora la fluidez en las calles. Además, al eliminar el ruido y la contaminación del aire, se crea un ambiente más tranquilo y favorable para la salud.
- Ahorrar energía y recursos haciendo uso de vehículos eléctricos y formas de transporte sostenible que son más eficientes en comparación con los vehículos de combustión interna. Al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, se preservan los recursos naturales y se promueve la transición hacia fuentes de energía renovable.
- Impulsar la economía local generando oportunidades económicas y empleos en sectores relacionados, como la fabricación de vehículos eléctricos, la infraestructura de carga y el mantenimiento de flotas sostenibles. Además, al priorizar el transporte público y los modos activos como la bicicleta, se fomenta el comercio local y se mejora la accesibilidad a los servicios.
En resumen, la movilidad sostenible es una de las prioridades políticas de la actualidad. Además, es uno de los fundamentos del desarrollo sostenible porque reduce la contaminación, mejora la calidad de vida de los ciudadanos, ahorra energía y recursos, impulsa la economía local y contribuye a la lucha contra el cambio climático.
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