Las operaciones de flotas de vehículos comerciales ligeros son clave para la rentabilidad y la eficiencia en los sectores de reparto y logística de última milla en entornos urbanos y su implementación puede ofrecer importantes beneficios. Tom Cuthbertson, experto en tecnologías de gestión de flotas, destaca que «la implementación de un sistema de gestión de flotas puede reducir los costes de combustible hasta en un 30%, los costes de mantenimiento en un 20%, y mejorar la productividad de los conductores en un 15%«.
En este artículo vamos a repasar las claves más importantes para entender en qué consisten las operaciones de flotas de vehículos comerciales ligeros y sus responsables y las modalidades más comunes para su contratación.
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1. ¿Qué son las operaciones de flotas de vehículos comerciales?
Las operaciones de flotas de vehículos comerciales ligeros se refieren a la gestión y coordinación de una serie de vehículos como ciclomotores, motocicletas, triciclos y furgonetas, entre otros, para realizar eficientemente actividades de transporte, logística y distribución en entornos urbanos. En términos generales, estas operaciones involucran la planificación, coordinación y control de la gestión de la flota, como la asignación de vehículos, programación de rutas, gestión de conductores y de la fuente de energía que hace funcionar los vehículos, así como el mantenimiento, seguimiento y monitoreo en tiempo real de la flota y la optimización de la eficiencia operativa.
Actualmente, las operaciones de flotas en entornos urbanos están introduciendo una indispensable tarea en su gestión: garantizar la sostenibilidad de sus actividades ofreciendo la máxima rentabilidad.
2. ¿Qué hace un operador de flotas de vehículos?
En palabras de J.P. Donovan, experto en logística y autor de un libro sobre excelencia en la cadena de suministro, «las operaciones de flotas son la gestión integral de los vehículos y los conductores que los manejan, con el objetivo de asegurar que la flota esté disponible, en buen estado y preparada para realizar el trabajo encomendado de manera eficiente y segura». En esta tarea, el operador de flota o “Fleet Manager” es el responsable principal. Sobre él recae la administración y coordinación integral de los vehículos. Las responsabilidades de un operador de flotas de vehículos pueden variar según la empresa y el tipo de flota que administre, pero a continuación se presentan algunas de las tareas comunes que realizan:
Mantenimiento de la flota: el operador debe asegurarse de que los vehículos estén en buenas condiciones de funcionamiento y cumplir con los requisitos de seguridad.
Programación y seguimiento: el operador es responsable de que los vehículos estén disponibles y sean asignados de manera eficiente para cumplir con las necesidades del cliente.
Monitoreo del rendimiento: el operador debe supervisar el rendimiento de la flota y tomar medidas para mejorar la eficiencia y la rentabilidad.
Cumplimiento normativo: el operador es responsable de que los vehículos cumplan con los requisitos normativos y de seguridad. Esto puede incluir la emisión de permisos, así como la supervisión del cumplimiento de las normas de seguridad y medio ambiente. Actualmente, el sector del transporte se encuentra en etapa de grandes cambios para los que conviene estar preparado.
En general, un operador de flotas de vehículos debe ser un profesional bien organizado, con habilidades de liderazgo y capacidad para trabajar en equipo.
3. ¿Cuáles son las principales modalidades de contratación de flotas de vehículos comerciales ligeros?
Existen varias modalidades de contratación de flotas en las empresas. Algunos de los más comunes son los siguientes:
- Compra directa: las empresas pueden comprar, poseer y operar sus propios vehículos. Esto les da un mayor control sobre sus vehículos. Sin embargo, este enfoque requiere una inversión inicial significativa, así como costes de mantenimiento y reparación.
- Renting o alquiler de larga duración: las empresas pueden alquilar vehículos durante un período de tiempo determinado, generalmente varios años, a través de un contrato de renting. Este enfoque les permite tener acceso a vehículos nuevos sin tener que realizar una inversión inicial significativa y sin tener que preocuparse por los costes de mantenimiento y reparación.
- Rent-a-car o alquiler de corta duración: las empresas pueden alquilar vehículos por períodos cortos de tiempo, generalmente por días o semanas, a través de servicios de alquiler de coches. Esto puede ser útil para viajes de negocios o proyectos a corto plazo, donde no es necesario tener una flota permanente de vehículos.
- Combinación de modalidades: las empresas también pueden combinar diferentes tipos de operaciones de flotas para adaptarse a sus necesidades. Por ejemplo, pueden tener una flota propia de vehículos para el transporte diario de empleados y utilizar el alquiler de larga duración para vehículos especializados o de temporada.
Como se puede observar, cada modalidad de contratación de flotas de vehículos tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que las empresas deben analizar cuidadosamente su situación específica y el contexto normativo orientado hacia las cero emisiones netas antes de decidir qué enfoque utilizar.