En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de 2012 Ban Ki-moon apuntaba que «la movilidad sostenible no es solo una opción, es una necesidad si queremos dejar un planeta habitable para las generaciones futuras”.
El ex Secretario General no iba desencaminado. Según el Banco Mundial, más del 56% de la población vive en áreas urbanas y se calcula que en 2050 lo harán más del 70% de las personas que habitan el planeta. En el contexto que vivimos de calentamiento global y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la movilidad urbana sostenible o movilidad sostenible es uno de los retos principales que deben afrontar las zonas urbanas actuales.
En este artículo repasaremos los tipos de movilidad sostenible que existen y analizaremos la ciudad de Barcelona como ejemplo de su aplicación.
1. ¿Qué tipos de movilidad sostenible hay?
La movilidad sostenible se divide en dos grandes grupos: medios o vehículos no motorizados y vehículos con motor. Dentro de la movilidad sostenible no motorizada se encuentran:
- Caminar: es una forma de movilidad sostenible, ya que no emite gases contaminantes y no requiere de combustibles fósiles. Promover el acto de caminar como una forma de movilidad puede mejorar la salud de las personas y reducir la huella de carbono.
- Bicicletas y ciclismo: son un tipo de movilidad sostenible, ya que no emiten gases contaminantes y no requieren combustibles fósiles. Además, la infraestructura de ciclovías y carriles para bicicletas puede reducir la congestión vehicular y mejorar la calidad del aire.
Entre los tipos de movilidad sostenible motorizada se encuentran:
- Transporte público: este medio permite a las personas moverse de manera eficiente y económica sin necesidad de utilizar un vehículo privado. Los sistemas de transporte público pueden incluir autobuses, tranvías, metro y trenes. Es importante destacar que existe un gran impulso para electrificar el transporte público y reducir sus emisiones.
- Vehículos eléctricos: esta es la alternativa más sostenible a los vehículos con motor de combustión interna, ya que no emiten gases de escape, son más eficientes energéticamente y hay evidencias de que son más rentables para las empresas.
- Compartir vehículos: ya sea a través de carpooling, carsharing o ride-hailing, es una forma de reducir el número de vehículos en las carreteras, lo que reduce la congestión y las emisiones de gases contaminantes.
2. Barcelona: un ejemplo de movilidad sostenible
Barcelona es una ciudad que viene dando hace tiempo importantes pasos hacia la movilidad sostenible y cuenta con una administración local que desarrolla planes estratégicos concretos y completos con el objetivo de conseguir un modelo de movilidad sostenible eficiente.
Por toda la ciudad se extiende una amplia red de carriles bici de más de 200 kilómetros. Además, la ciudad ha creado corredores verdes, que son espacios dedicados para bicicletas y peatones que se extienden desde el centro de la ciudad hasta los suburbios.
Por otro lado, el ayuntamiento ha implementado medidas para fomentar el uso de vehículos eléctricos y reducir el uso de vehículos con motor de combustión interna. En 2017, Barcelona estableció una zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad, donde solo se permiten vehículos con niveles bajos de emisiones. Además, ha aumentado la cantidad de estaciones de carga eléctrica en toda la ciudad.
Con el aumento de la circulación de vehículos de reparto, Barcelona ha lanzado una Estrategia municipal de la distribución urbana de mercancía (DUM) 2030 con diez objetivos para hacer más eficiente y sostenible la entrega de pedidos y mercancías urbanas. Entre los objetivos marcados se encuentra reducir un 50% las emisiones de vehículos de reparto para 2030 o la promoción la investigación y creación de soluciones tecnológicas y de innovación relacionadas con la distribución urbana de mercancías.
Barcelona tiene como objetivo reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 40% para 2030 y convertirse en una ciudad carbono neutral para 2050. Para lograr este objetivo, la ciudad ha implementado medidas, más allá de la DUM, como la promoción de la movilidad sostenible, el fomento de la eficiencia energética en edificios y la promoción de energías renovables. De hecho, en 2019, fue nombrada la Capital Europea de la Innovación por su compromiso con la movilidad sostenible y la innovación tecnológica.
Favorecer la movilidad sostenible permite aumentar la calidad de vida en las zonas urbanas y reducir las emisiones y la contaminación. Pero además, la movilidad sostenible, incluida la sustitución de vehículos de combustión fósil por motores eléctricos, puede generar importantes beneficios económicos a largo plazo.